Suerte, destino y casualidades

Mientras tu crees en la suerte, el destino y las casualidades. Yo creo que la suerte no existe, el destino uno mismo lo crea no es algo establecido y en las causalidades todo es a causa de algo que hicimos no es nada solo por que si.

Cuando tu me deseabas suerte desde el fondo de tu ser, yo hice que me desearas éxito, te cambie, me cambiaste, nos perdimos y alienamos en esto.

Me dices que tenga fe, que no la pierda. Me pides tener fe en ti y en verdad... Como no tenerla?, si cada vez que estuve por perder la mía tu siempre estuviste ahí compartiendo tu fe para no perder la mía.

Me mostraste el como serenar mi tan indomable ser, como no "pitar antes de chocar". Pero la diferencia tan abismal entre tu y yo, es que yo cambie de tantas formas, muchas de ellas jamas pensé hacerlas y otras tantas siempre quise hacerlas.... Yo avance y avance ... Y cuanto menos me di cuenta tu ya no estabas ahí, permaneciste donde te encontré, permaneciste como te conocí y ambos nos perdimos en el camino el uno al otro.

¿QUÉ PUEDO HACER, AMOR MÍO, SINO ESPERARTE?

¿Qué podría hacer conmigo?
¿Escribir, tomar café, hablar con Dios y su séquito?
No, corazón, no me entretiene,
lo intente, no me satisfició.

Si no vuelves, te doy dos recuerdos, como las baratijas que uno compra con los comerciantes:
Mi alma, si, dispones de ella
Mis ojos, como almendras, licor de almendras
¿Qué puedo hacer mejor que esperarte?
Se embriaga uno y endulza la amarga existencia con más poesía de dolor.
Pensamos en la comida, la escuela, los amigos…
Pero…
¿Cuándo piensa uno volver a su hogar?
¿A su esperanza?
¿A su amor, raíz del Todo?
Busca uno, el inmutable Amor,
y está buscando el lugar donde no ha estado,
sin saber que el alma quiere ir a donde siempre ha vivido.

“La poesía no cambia al mundo”,
no lo sé, solo lo intuyo por que me lo han dicho

Y anda una como un niño, un niño ciego
buscando casa, alimento, y el corazón del ser amado.
Y el corazón se acostumbra a estar lejano
¡Qué lontananza tan cercana!
¿No crees?

La tierra nos grita que se pierden los diamantes,
y tu mente, me deja entre un paño húmedo y rojizo.

He desayunado café y pan.
¿Pero que puedo hacer, nativo aéreo, amado mío,
sino esperarte?

Si no vuelves, ¿Me regalas tu sonrisa y una mirada?, no pido
mucho…
Digo, solo para recordarnos.

No más promesas

No tengo falsas promesas, no he de hacerte ninguna
estoy cansada de ellas, de escucharlas, leerlas, verlas
y que estas jamás se cumplan.

Te prometo no prometer nada, solo dejar que la vida fluya
que el sentimiento nos lleve a donde nos quiera llevar
sinceramente que eso a estas alturas me da igual.

Vivir día a día, sintiendo con nuestra piel el lenguaje
que nuestro cuerpo nos enseña, no hay nada de que avergonzarse
si todo es tan natural... no sé a donde llegaremos, solo sé
que esta noche te poseo, por lo menos por estos instántes, estas
horas, eres mío, todo mío y yo sin lugar a dudas te pertenezco
desde mi respiración hasta mis cabellos que se quedan enrededados
en tí queriendo fusionarse e irte contigo.

Pero ahora, es hora de decirnos hasta siempre, esperando vernos
nuevamente pronto, cuan pronto mejor y que nuestros labios
vuelvan a unidos estár, nuestras miradas de complicidad, esas
miradas que solo ellas saben de lo nuestro ellas y nadie más, se
dicen no Adios, sino hasta luego... hasta luego... hasta luego...