domingo, 29 de mayo de 2011




No quisiera pensar que te has olvidado, que te has perdido y sobre todo convertido en alguien que nunca pensaste ser sin así quererlo. Pero al verte, al escucharte y sobre todo al leerte; me doy cuenta que te desconozco.


No encuentro esa “chispa” en tus ojos, ni las palabras “interesantes” en tus conversaciones actuales, es como si fingieras ser alguien que no es u olvidado quien eres y sinceramente, le temo a quien veo delante de mí, no sé si eres tú o algo que se ha posesionado de tu cuerpo. Y me pregunto ¿y si fue ella misma quien lo permitió?, ¿y si fue ella misma quien así lo quiso?, ¿y sí?.


Y finalmente para despedirnos veo tu sonrisa como de muñeca de porcelana, fría, fingida y hasta un tanto retorcida; mientras sé qué lloras por dentro, queriendo tan solo decir “aquí estoy”.