lunes, 16 de agosto de 2010

Verónica decide morir...



(Escena 1: en un puente peatonal desde la parte superior, bulevar transitado)
Una joven sube lentamente los escalones que la conducirán hacia arriba viendo cada una de sus pisadas tratando de no llamar la atención se encuentra vestida con pantalón de mezclilla, playera de color obscura teniendo de fondo un grupo musical, zapatos deportivos tipo convers de color negro.

(Llega a la parte superior del puente y dirigiendo su mirada hacia otra joven vestida con una falda colegial, playera blanca, zapatos deportivos tipo convers de color negros, la cual se encuentra en la parte exterior del puente tomada con ambas manos del barandal metálico).


- “Hola” (expresa la primera joven), “¿saliste al risco del puente a tomar el aire fresco?”.

- (segunda chica) “estamos en un puente, se puede tomar el aire desde cualquier lado” (mira a la primera joven con cara de extrañeza como si esta tuviera un defecto mental).

- “Oh, tienes toda la razón. ¿Entonces qué haces ahí?” (ríe ingenuamente).

- “Que te importa, si vas a cruzar hazlo rápido si no quieres verme saltar” (sus ojos se tornan tristes y húmedos a la vista).

- “¿Estás segura de lo que estás haciendo?, mira se que te va sonar trillado, tonto como quieras llamarlo, pero hace unos cuantos meses me encontraba como tú, muy deprimida, triste sin saber que hacer.
(la segunda joven interrumpe con alzando la voz e interrumpiendo)

- “Ha sí, ¿pasaste por lo mismo que yo?, ¿estás en prepa, no sabes qué hacer con un bebé que vas a tener?, y ¿tu novio te dice que no es de el?. ¿Segura?, ¿pasaste por lo mismo?, pues vaya!!, somos como almas gemelas entonces… (empiezan a rodar lágrimas, que pasan desde sus mejillas hasta su barbilla).
(la primera joven se queda petrificada unos segundos e inhalando una bocanada de aire responde).

- “No exactamente, pero ¿sabes?, ningún auto se ha parado, ni te ha notado ahí arriba, ¿sabes que es lo que llamó mi atención en ti por la cual decidí venir aquí contigo?.

- “Puffff, ¿por dónde empiezo?, ¿por qué estoy en el risco del puente? (ríe irónicamente).

- “No sinceramente eso no fue lo principal, me llamaron la atención tus convers (ríe de forma graciosa), mira los míos son como los tuyos, bueno, supongo de diferente talla”.

- “Umm supongo (responde la segunda joven), ¿entonces?, mm como te llames; ¿qué me vas a decir para que no me tire del puente?. ¿Me hablarás de la gente que dejo aquí?, ¿qué piense en mis madre, mi padre, mis hermanos… en mi bebé?”.

- “Me llamo Rosa y no, no te diré eso porque eso tu ya lo has pensado. Te hablaré de algo menos motivante que saltar y terminar con tu disque patética vida. ¿Sabes el dolor que te va producir si no mueres al instante?, digo sinceramente elegiste un mal puente peatonal, por que como te habrás dado cuenta no es muy alto, ni siquiera dejan que los trailers conduzcan por aquí. Pero bueno eso del dolor y demás ya lo habrás pensado también, debe ser una larga agonía de minutos o segundos si es que llegas a morir. Si te vas a lanzar, lánzate de cabeza, creo debe ser más rápido, no estudio anatomía ni nada por el estilo, es más acabo de iniciar mi carrera”.

- (La segunda joven luce un rostro pálido, impactado por la respuesta obtenida) “¿Y tú que estudias o como sabes eso, medicina?. Déjame en paz, no me harás que cambie de opinión Rosaaaaaa (alarga el nombre lo mas que puede y sus manos empiezan a temblar).

- “La verdad podría decirte que sí estudio medicina, pero te estaría mintiendo y lo más probable terminaría vomitando al ver tu cuerpo en la calle…. ¿cómo te llamas por cierto?”.

- “Verónica y sí como el libro, Verónica decide morir… ¿Qué casualidad no? (risa nerviosa)”.

- “La verdad no creo en las casualidades para mí son causalidades y no nunca lo he leído, pero a como dices, es de una chica que se tira de un puente”.

- (risa graciosa) “Es un clásico y no, no se tira de un puente Rosa”.

- “Verónica ven por favor (Rosa extiende su mano mientras se acerca a Verónica), no nos hagas eso que yo no tengo estomago y tú…. (pausa poco prolongada) tienes que contarme ese libro, ¿va?”.

(Verónica accede a pasar del risco hacia el puente)

Rosa abraza fuertemente a Verónica, mientras ambas lloran.
Rosa seca sus lágrimas con una de sus manos fingiendo estar serena. Mientras después de unos segundos ambas se separan

.
- Ven vamos a mi auto por un café y a platicar un poco, ¿quieres? (Rosa le comenta a Verónica mientras ella accede con la cabeza y le extiende la mano).

Ambas bajan las escaleras tomadas de la mano son un silencio sepulcral.
Al llegar al automóvil, Rosa abre la puerta a Verónica mientras ella le sonríe tímidamente.



(Escena 2: vista desde afuera de un café)
Bajan del auto casi al mismo tiempo, en el transcurso del camino hacia el café no pronunciaron palabra alguna.

- “Verónica, ¿qué quieres tomar?”.

- “Nada” (responde llorando).

- “Traiga por favor un té de manzanilla y café cargado con crema irlandesa”.

- “Enseguida, responde el mesero” (con cara de extrañeza por el rostro lloroso de Verónica).

- Verónica sonríe y dice: “Odio los tés”.

- “Te hará bien créeme al menos que seas alérgica a la manzanilla” (sonríe amistosamente).

- Verónica responde: “No, no lo soy y dime Vero, así me dicen mis amigos de la prepa, V-e-r-ó-n-i-c-a es como muy de señora grande ¿no?”.

- “Si lo dices Vero, mejor Vero y ya”.

Después de ese café y té … Vero le cuenta de su vida a Rosa y Rosa un poco de su vida a Vero. Y a pesar de la situación extraña aquel Diciembre del 2003 cuando se conocieron, aún siendo 2010, se siguen frecuentando, citándose en el mismo café de preferencia y platicando de sus vidas.
Por cierto Verónica nunca le contó la historia del libro “Verónica decide morir” y Rosa aunque recuerda haberlo pedido (y leído desde antes del suceso del puente) no se lo ha recordado, ni lo hará.


Fué tu cumpleaños hace poco, nos reunimos no en el café de siempre, nos reunimos en un restaurante de comida italiana, nos sentamos en una mesa conocida para mí, la cual me trae bellos recuerdos. Comimos, reímos y aunque en mi interior recuerdo aquel libro de Verónica, ahí quedará, en mis recuerdos. Feliz cumpleaños mi querida V.

viernes, 13 de agosto de 2010

Solo en sueños



Si pudiera describirte en una palabra sería: complicado.

Si tuviera la oportunidad de tener la mejor cita contigo, sería indudablemente con la plena Luna llena encima de nuestras cabezas, nuestro manto sería un cielo estrellado y platicando un sin fin de cosas, fluídas de nuestras almas, que desean conocerse más.

Si me dices que eres mi príncipe azul, el caballero mas cortez del mundo, sé que estás mintiendo; ya que no existe tal; pero eres lo mas cercano a mi perfección. No eres azul, no eres rojo, no eres verde, no eres de ningún color... solo eres tú.

Si me dieran a elegir entre volver a conocerte y viajar a donde quisiera; eso si me sería difícil de responder ja ja... bromeo, aunque los dos suenan ideales.

Si tuviera esa magia que en sueños tengo, esa visión, ese poder, todo ese resplandor, la felicidad, el encanto...

No quisiera despertar, porque estaría soñando.... Soñando con lo "perfecto"

domingo, 8 de agosto de 2010

¿Crisis de los 40?

Un día escuché a un hombre a lo lejos hablar con otra persona (si digan lo que quieran, pero tengo muyyy buen oído y estaba aburrida en aquel lugar donde me encontraba). El hombre que hablaba con su colega de trabajo, le mencionaba al otro lo mal que se sentía. Le decía que se sentía viejo, que aunque tuviera éxito en su trabajo, sentía que ya no podía atraer a ninguna mujer (el hombre a mi criterio debía tener unos 45 años aproximadamente) que se sentía solitario y un tanto deprimido.

Por su parte el otro hombre amigo, colega lo que sea del otro individuo solo se limitaba a verlo y escucharlo, esperando prudentemente (creo yo) a responder de una forma “sutil” (o por lo menos eso pensé hasta ese momento). El hombre parlanchín seguía su plática reiterando: “es en que serio cabrón, no se me paran ni las moscas, no me considero tirado a la chingada basura; aparte tengo estabilidad económica” (el otro individuo seguía sin decir nada). “Pero bueno, dicen que lo que debe llegar llega en su debido momento”, y le pregunta a su amigo… ¿crees que sea la famosa crisis de los cuarenta?. A lo que ahora sí el colega responde: “déjate de mam…. y mariconadas, vámonos mejor a ver pelos y beber” (a lo cual yo dije puffff… no habló hasta ahorita, pensé sería algún consejo “sabio”… pero ahora pienso, tal vez eso es “sabio”, des estresante para ellos y consiguen respuestas a sus preguntas o por lo menos olvidarlas momentáneamente, en finnn cada quien).
Después de escucharlo solté una risita que fue un tanto notoria y más imprudente que los ví de reojo (si damnnn a quien se le ocurre ser una metiche auditiva y ser descubierta por imprudente, solo a miiiiiiiiiiiii); a lo que el colega dijo vassss vasssss y mis piernas no quisieron esperar respuesta y salí presurosamente de ahí, digo más vale prevenir ¿no?, no quise ser su "lo que llega en su debido momento" Jajaja.

viernes, 6 de agosto de 2010

Mi padre...



Has caminado tanto en tu vida, que hasta un día pensé que no había cosa que no pudieras hacer (hasta pude haber pensado que volabas si fuera un poco mas ingenua), eras mi héroe, mi ídolo, mi “muzo”, mi inspiración. Al principio fuimos muy unidos, muy amigos, sabías mucho de mí más yo no tanto de ti (solo lo que me contabas o dejabas ver sobre ti mismo). Exigías mucho hacia mí, hacías que me esforzará tanto que al final del día, siempre terminaba cuestionándome si en realidad lo había hecho como TÚ querías que fuera.
Con el tiempo, nos distanciamos poco a poco, cada vez más. Recuerdo que no podíamos conversar sin discutir ni una sola ocasión, tenía mucha rabia, mucha ira y tú tan solo te limitabas en decir que no era quien tú querías que fuera (supongo era por mi edad y tu edad que chocábamos tanto).



Ahora al pasar el tiempo, te entiendo mucho más y sé que tu a mí. No volvimos a ser los amigos unidos de un principio; somos mucho más, porque ahora, me dejas saber de ti. Es cierto que ya no eres mi héroe, mi ídolo, ni quiero ser un día como tú; he aprendido a ser yo gracias a ti.
Y ahora sé muy bien que nunca se es tarde para aprender a ser padre como nunca sé es tarde para aprender a ser hija y entender a tu padre.



Padre te amo, aunque no creo que leas este blog. Pero para que la gente sepa que te amo; aunque tengamos nuestros altibajos sé que eres de los pocos seres en este mundo que me aman tal y como soy de una forma desinteresada. Gracias, siempre.



PD: No es día del padre, ni su cumpleaños…. Es el día de jubilación de mi Padre, mi viejito :D
Y como dijera él: “viejos los cerros y todavía reverdecen”…