El silencio invade mi habitacion, dejando un aroma impregnado de ti por doquier. Mi cuerpo, mi cama, mi vida te extraña cada día más que te siento lejano.
He de confesarte, que siento latir mi corazón mas lento al no tener abrazado a mí como esas noches, como cada día que me regalas esos abrazos que tanto añoro. Y ya que en confesiones estamos, confieso que suelo fantesear cada vez mas a menudo, como tus ojos se cruzan con los míos y se pierden en un mar de pensamientos en donde nos encontramos sincronizados sin hablarnos, solo tomándonos de nuestras manos y uniendo nuestras almas con una sola, eterna y bella mirada.
No necesito poseer tu cuerpo, para saber que eres tu el hombre en quien mas confío, en quien en sus brazos me siento protegida y cuyas palabras hacen de mi mundo un lugar tan bello donde morar.
He de confesarte, que siento latir mi corazón mas lento al no tener abrazado a mí como esas noches, como cada día que me regalas esos abrazos que tanto añoro. Y ya que en confesiones estamos, confieso que suelo fantesear cada vez mas a menudo, como tus ojos se cruzan con los míos y se pierden en un mar de pensamientos en donde nos encontramos sincronizados sin hablarnos, solo tomándonos de nuestras manos y uniendo nuestras almas con una sola, eterna y bella mirada.
No necesito poseer tu cuerpo, para saber que eres tu el hombre en quien mas confío, en quien en sus brazos me siento protegida y cuyas palabras hacen de mi mundo un lugar tan bello donde morar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario