miércoles, 21 de julio de 2010

Anécdota con mal sabor de boca

Hace algunos días, visitando el área de comida de cierta plaza ubica en mi ciudad; me disponía a terminar lo que me encontraba comiendo, estaba con un par de amigos platicando uno que otro “chascarillo” y anécdotas un tanto poco peculiares, que solo se cuentan a los mejores amigos por el alto grado de “personalidad” que se tiene en ellas.
Pero ese no es el punto aquí; sino el que, cuando casi terminábamos de comer un padre azota a su hijo por estar corriendo “de aquí para allá” por el centro comercial; hecho que causo una gran conmoción entre mis amigos y yo y sinceramente me apené de mi misma y me arrepiento de no haber dicho algo o hecho al respecto. Malamente, solo me limite a seguir como si nada pasará.
Cabe mencionar que con anterioridad cuando recién iniciamos nuestros alimentos, el sr padre le había hecho una reprenda verbal a su hijo el cual dijo: “por favor no me pegues”, a lo que yo solamente pensé, que exagerado, debe ser un niño más de esos berrinchudos que existen por doquier. Pero después cual fue mi sorpresa desagradable al escuchar, no ver, escuchar el cuerpo del niño azotar en el suelo del golpe que el padre le dio. Pero como digo, me arrepiento de haber sido tan poco capaz de demostrar mi sentir y pensar en ese momento, solo quise en el momento calmarme y no provocar una “escena” más en esa área.
Lo rescatable de esta anécdota es que gracias al servicio de vigilancia de ese centro comercial, por lo menossss el sr este fue reprendido verbalmente en público (que era lo menos que se merecía)… y para concluír… solo cito unas palabras que les dije a mis amigos: “Hay personas que en realidad no deberían de ser padres”…

1 comentario:

Oilercito dijo...

Pues estas personas creen que con reprender de esa manera están formando "buenos hijos" y a ellos mismos como "buenos padres"... pero, la pólvora no se inventa varias veces. Esas palabras del final si son de citar =)